sábado, 18 de abril de 2020

BENEDICTO XIV obra del escultor PIETRO BRACCI.

BENEDICTO XIV.
BASÍLICA DE SAN PEDRO. Roma.
Fotos personales tomadas el 23 de noviembre de 2019.
La gran mayoría de las tumbas papales son una clase de alegorías. En este caso tenemos a ambos lados del monumento dos figuras: una es la alegoría del Conocimiento que tiene el atributo de un libro en sus manos, obra de Pietro Bracci, que es el escultor del Neptuno de la Fontana de Trevi, y al otro lado tenemos la alegoría de la Tentación, obra de Gaspare Sibila.
RECURSO: BENEDICTO XIV. Elección
El cónclave que lo eligió duró seis meses, por causa de la adscripción de los cardenales a las potencias extranjeras y a los intereses de las mismas. Además, durante la reunión se registró el fallecimiento de cuatro de los electores, con lo que resultaba difícil conseguir una mayoría. A mayor abundamiento, uno de los favoritos, Pier Marcellino Corradini, cardenal obispo de Frascati, había sido vetado por el rey Felipe V de España. Se alega que al final Lambertini dijo a los cardenales: "Si deseáis elegir a un santo, elegid a Gotti (Vincenzo Ludovico Gotti, cardenal del título de S. Pancrazio y patriarca titular de Jerusalén); si a un hombre de estado, a Aldrovandi (Pompeo Marescotto Aldovrandi, cardenal del título de S. Eusebio y arzobispo-obispo de Montefiascone-Corneto); si a un hombre honesto, elegidme a mí". Al final resultó ganador con la mayoría sobre los dos tercios de los 51 votos de los cardenales presentes. Fue elegido papa el 17 de agosto de 1740 y coronado ocho días después por el cardenal Carlo Maria de' Marini, protodiácono de S. Agata in Suburra. Compatibilizó su cargo supremo con la sede arzobispal de Bolonia, que mantendría hasta 1754.
Actuación pontifical
Su elección al trono papal había llegado en un momento de grandes dificultades, principalmente causadas por las disputas entre los estados romano-católicos y el papado en relación a exigencias de los gobiernos por designar a los obispos, en vez de dejar los nombramientos a la Iglesia. Benedicto XIV logró sobreponerse a la mayoría. Las disputas entre la Santa Sede y el Reino de Nápoles, Cerdeña, España, Venecia y el Imperio fueron arregladas mediante concordatos, en los que se mostró quizás demasiado condescendiente con el regalismo de sus monarcas.
Era un hombre muy de su tiempo, imbuido del espíritu ilustrado, de una gran erudición y abierto a todas las corrientes culturales. Mantuvo correspondencia con pensadores y científicos sin discriminación -son notorios sus contactos con el mismo Voltaire-, hasta el punto de ser respetado y admirado también en los países protestantes (el anglicano Horace Walpole le dedicó un soneto que calificaba a Benedicto XIV de "el mejor de los papas"). Merece también atención la correspondencia que cruzó con la zarina Catalina la Grande de Rusia y con el rey Federico II de Prusia, en la que se pone de manifiesto su mutuo interés por la ciencia y la cultura en general. Tomó bajo su protección personal a científicos de la talla del matemático, astrónomo y filósofo Ruggiero Ruđer Bošković, del historiador y arqueólogo Angelo Maria Querini, del también arqueólogo Johann Joachim Winckelmann, del polígrafo Ludovico Antonio Muratori, del físico Giovanni Poleni y de la matemática Maria Gaetana Agnesi, a quien llegó a ofrecer una cátedra en la Universidad de Boloña, en una época en que las mujeres no eran admitidas ni siquiera como alumnas.
Potenció la enseñanza superior de las ciencias en todos sus territorios. En la universidad La Sapienza de Roma fundó cátedras de física, química y matemáticas. Creó en esta ciudad la Calcografía Pontificia, dotándola de un fondo inicial mediante la adquisición del fondo de Domenico de' Rossi. También instituyó la Pontificia Accademia Archeologica, a la que encargó importantes excavaciones y la restauración del Colosseo.
Creó en la Universidad de Bolonia una escuela de cirugía y una cátedra para la enseñanza de la obstetricia, para la cual compró la colección completa de modelos del profesor Giovanni Antonio Galli. También fundó en esta ciudad un museo arqueológico, al cual donó su importante colección de monedas del periodo imperial romano.
Benedicto XIV mandó borrar del índice de libros prohibidos De revolutionibus de Nicolás Copérnico, con lo que daba por cerrada la oposición a la teoría heliocéntrica del sistema solar. Tuvo especial trascendencia que implantara, de forma pionera en Europa, una vacuna antivariólica en todos los Estados de la Iglesia.
Su atención a las misiones se puso también de manifiesto en su encíclica Immensa pastorum, en la que condena la esclavitud y trato cruel que por algunos se daba a los índios de Latinoamérica, al mismo tiempo que alienta a los obispos de esas regiones para que trabajen por la conversión de los infieles









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